¿Puede Israel destruir el programa nuclear de Irán? Daños, retos y visión estratégica
Israel ha atacado instalaciones nucleares en Natanz, Fordo e Isfahán, dañando central eléctrica y edificios clave. ¿Puede derribar piscinas subterráneas reforzadas? Analizamos impacto, capacidades y limitaciones.

Israel lanzó desde el viernes 13 de junio un amplio ataque aéreo contra múltiples instalaciones nucleares iraníes, con el objetivo declarado de neutralizar lo que califica de programa militar con fines armamentísticos, una tesis que Irán rechaza, asegurando que es de carácter civil.
Hasta ahora, las ofensivas aéreas han impactado las centrales de Natanz, Isfahán y Fordo, así como centros de centrifugado, investigación y producción de armas nucleares. Numerosos científicos iraníes clave han muerto o sido heridos durante los ataques.
Daños confirmados y en evaluación
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Natanz: Destrucción de la plataforma superior y planta eléctrica; el OIEA confirmó la afectación del suministro eléctrico, lo que podría haber dañado las centrifugadoras subterráneas, aunque este nivel permanece aún en evaluación.
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Fordo: Construido bajo al menos 80 m de roca, esta instalación resulta prácticamente impenetrable; no se han reportado daños significativos.
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Isfahán: OIEA reportó daños en cuatro edificios clave, incluida la conversión de uranio y laboratorios. Irán minimiza: solo reportó un incendio en un cobertizo.
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Arak (Khondab): El reactor de agua pesada fue impactado, aunque sin material nuclear activo, lo que reduce el riesgo radiológico.
Limitaciones técnicas y estratégicas
El uso de bombas convencionales no ha sido suficiente para alcanzar los centros subterráneos reforzados de Natanz y Fordo. Para lograrlo, Israel requeriría bombas antibúnker de alta capacidad como las GBU‑57 MOP, que solo EE.UU. posee, capaces de penetrar más de 60 m de hormigón y 200 m de tierra, y requieren bombarderos B‑2 Spirit para su despliegue.
Sin el apoyo estadounidense, Israel solo dispone de bombas como la GBU‑28, menos efectivas contra estructuras tan profundas. Además, no dispone de aviones capaces de transportar las GBU‑57; por tanto, su capacidad para eliminar completamente el programa nuclear iraní es limitada.
El pulso político y militar
El primer ministro Netanyahu afirmó que Israel puede actuar sin ayuda de EE.UU., manteniendo presión sobre Irán e imponiendo una estrategia de disuasión. No obstante, el presidente Trump se muestra reticente a involucrarse en el conflicto, salvo que Teherán ataque instalaciones estadounidenses.
¿Qué sigue para el programa nuclear iraní?
Aunque los ataques han causado retrasos (posiblemente meses), la vasta red de científicos, el conocimiento acumulado y múltiples instalaciones subterráneas aseguran que el programa puede resistir y recuperarse. Expertos coincide que solo un acuerdo diplomático —como el pacto de 2015— puede ofrecer una solución definitiva, siempre que Irán acepte verificaciones y Estados Unidos levante sanciones.
Conclusión
Israel ha infligido golpes relevantes al programa nuclear de Irán, especialmente contra infraestructuras eléctricas y equipos civiles. Pero la eliminación total requiere intervención estadounidense con arsenal especializado. En ausencia de este apoyo, el éxito dependerá del daño acumulado, la presión diplomática y la voluntad de Irán de renegociar.
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