Shein intensifica su cabildeo político en EE. UU. para esquivar aranceles y salvar su modelo de negocio
La gigante china Shein refuerza su lobby en Washington contratando exfuncionarios de Trump, mientras enfrenta aranceles y presión por su salida a bolsa.

Shein refuerza su influencia política en EE. UU. para sortear aranceles y proteger su negocio global
Washington, DC. – La plataforma de moda rápida Shein, conocida por sus precios ultra bajos y su popularidad entre la Generación Z, ha intensificado su presencia política en Estados Unidos en un intento por mitigar el impacto de los crecientes aranceles impuestos a las importaciones chinas. A pesar de sus esfuerzos por desvincularse de su origen chino trasladando su sede a Singapur, Shein sigue en el centro del escrutinio político y comercial de Washington.
Lobby millonario y asesores cercanos a Trump
Desde 2022, Shein ha invertido más de 5 millones de dólares en cabildeo federal. En su estrategia de relaciones públicas en EE. UU., ha contratado a figuras clave del entorno del expresidente Donald Trump, incluyendo a Kash Patel, exasesor de seguridad nacional y actual accionista, y a Jamieson Greer, exasesor comercial de Trump, quien colaboró en la redacción de respuestas a investigaciones del Congreso. Incluso Todd Blanche, alto funcionario del Departamento de Justicia, figuró como abogado de la empresa.
Estos movimientos responden a la intención de Shein de influir en las decisiones legislativas relacionadas con el comercio internacional, como la eliminación de la exención arancelaria "de minimis", que ha sido clave para el modelo logístico de la compañía: enviar millones de paquetes sin impuestos desde Asia a EE. UU.
Presión arancelaria y obstáculos bursátiles
El regreso de Trump a la presidencia ha traído consigo medidas económicas más estrictas contra China. Aranceles de hasta el 54% para productos chinos ponen en jaque la ventaja competitiva de Shein. Además, el cierre de lagunas fiscales como la de minimis podría implicar un golpe letal a su modelo de negocio basado en la velocidad y el bajo costo.
Estos obstáculos también complican sus ambiciones financieras. Tras ser excluida del mercado bursátil estadounidense, Shein ahora explora una salida a bolsa en Londres, aunque con una valoración muy inferior a la de años anteriores. De los 100.000 millones de dólares estimados en 2022, la presión del mercado la ha llevado a considerar una cifra de apenas 30.000 millones.
Acusaciones, transparencia y contradicciones
El Congreso de EE. UU. ha solicitado respuestas sobre los vínculos de Shein con Xinjiang, región china asociada a violaciones de derechos humanos. Aunque la compañía ha afirmado cumplir con auditorías de terceros y políticas estrictas de trazabilidad de materiales, la falta de claridad y el uso de jerga técnica han generado más dudas que certezas.
Curiosamente, Jamieson Greer, uno de los asesores legales de Shein, testificó posteriormente ante el Congreso afirmando que China representaba una amenaza "existencial" para EE. UU., en aparente contradicción con su colaboración previa con la firma.
Una batalla por la legitimidad global
El CEO de Shein, Xu Yangtian, sigue sin mostrarse públicamente. Su estrategia, según analistas, busca mantener a la empresa fuera del foco mientras figuras como Donald Tang, actual presidente ejecutivo, lideran las gestiones diplomáticas. Tang ha intensificado su presencia en Washington, reuniéndose con influyentes del movimiento MAGA, asegurando incluso su simpatía por Trump.
Sin embargo, el esfuerzo por ganarse el favor del poder político estadounidense podría no ser suficiente. La combinación de sanciones comerciales, presión legislativa y una reputación deteriorada en Occidente pone en jaque a uno de los mayores actores del comercio electrónico global.
¿Cuál es tu reacción?






